El cric, el gato y la culata, herencia militar
En el siglo XIX se empezaron a fabricar cañones de diámetro variable, partiendo de un tubo fundido o forjado reforzado en la zona de máxima presión con uno o varios zunchos externos calados en caliente. La aplicación del zuncho se hacía por medio de un gran tornillo alojado en el ánima del cañón y sujeto a la boca, con una placa externa y una tuerca que hacía avanzar el zuncho con la fuerza de varios hombres.
En Francia este utillaje se denominó ‘cric’ (pronunciado cri) por el chirrido que producía la tuerca al avanzar, pues entonces el único lubricante disponible era el sebo. En España se asimiló al maullido de un gato agredido y en lugar de la onomatopeya se definió como ‘gato’.
Este cric/gato, utilizado inicialmente para comprimir, pronto se utilizó también a la inversa, como elevador de grandes pesos a poca altura, con un diseño alternativo que sustituyó el tornillo sin fin por un engranaje de cremallera, en ambos casos de accionamiento irreversible.
El Diccionario militar del capitán J. D’W. (Madrid 1863) nos define: El gato es una máquina, que se compone de una rueda A y dos piñones B y C, uno de estos se mueve por medio de la manivela D y sus dientes se engranan en los de la rueda A, que tiene igualmente su piñón C concéntrico a ella. Los dientes de este segundo piñón entran en los de una barra E F que por este medio se levanta perpendicularmente.
El Diccionario etimológico de Corominas así lo define: Cric. Gato, nombre de varias máquinas, en particular una que sirve para levantar grandes pesos a poca altura, 1884. Del francés cric, onomatopeya del chirrido del instrumento.
En el Manual del chauffeur de P. Martí (Barcelona 1906) ya se recogen las dos formas: crik (sic) o gato, que también encontramos en el Manual práctico del conductor de automóviles de R. Maya y J.M. Samaniego (Madrid 1914): Gato o cric.
La culata. La definición del diccionario RAE es clara: Del italiano ‘culatta’. Nos ofrece, entre otras, las siguientes acepciones:
- Parte posterior del tubo de cualquier arma grande o pieza de artillería.
5. Pieza metálica que se ajusta al bloque de los motores de combustión interna y cierra el cuerpo de los cilindros por uno de sus extremos.
Solo se usa el término de origen militar en España y en Francia (culasse). Hay que recordar que los primeros motores eran de uso industrial, con configuración de monocilindro horizontal, por lo que su parecido a un cañón era más aparente. En Italia, Alemania e Inglaterra es ‘cabeza del cilindro’: testa cilindri, zylinderkopf, cylinder head.
Aquí viene a cuento recordar la frase lapidaria del Profesor doctor, doctor honoris causa Hans List, fundador del Instituto AVL de Graz, Austria: “La única diferencia entre un arma de fuego y un motor de combustión es que en el arma el pistón nunca retrocede”.
(Manuel Lage, presidente de la Comisión Técnica ‘Observatorio de Términos de Automoción’ de ASEPA).