La baca y la lona.
El término ‘baca’ se empieza a utilizar en España en la época de las diligencias, para designar el espacio sobre techo del carruaje, destinado a los equipajes y con una fila de asientos en su parte delantera. Su única protección contra la lluvia era una cobertura de lona y cuando llevaba asientos, lógicamente las plazas más baratas, estaban expuestos por delante a las inclemencias del tiempo.
Hasta la llegada de los autocares con maletero/bodega en los bajos de la carrocería, consecuencia de la nueva configuración con motor trasero, también los autocares disponían de baca para equipaje, a la que se accedía por una escalera exterior.
El término baca está definido por la RAE como ‘portaequipajes, soporte en el techo de un vehículo’, pero también recoge la acepción ‘cubierta de la baca’, es decir que baca era el espacio destinado a equipajes y al mismo tiempo la lona que cubría ese espacio. Tiene su origen en el francés bâche, definido desde el siglo XVII como ‘tela impermeable para cubrir mercancías’.
El término español baca cayó en desuso desde los años 60-70 por la fácil confusión entre baca y vaca, siendo sustituido por portaequipajes.
La lona
La RAE la define, en el uso que estudiamos, como ‘tela fuerte de algodón o cáñamo, para velas de navío, toldos, tiendas de campaña y otros usos’.
El origen del término es interesante y curioso. En la costa atlántica francesa encontramos la villa marinera de Olonne (Les sables d’Olonne), en español Olona, que desde el siglo XVI era conocida por la producción de telas muy robustas tejidas con cáñamo y con lino. Se utilizaban para velámenes de barcos y se exportaban a varios países, entre ellos España, donde se conocían como telas de Olona, simplificado a “olonas” y finalmente a lonas.
Además de su uso como velas marítimas, su impermeabilidad extendió su uso a la cobertura de los equipajes de las diligencias en la baca, como se ha visto.
Lo curioso es que en francés las lonas son simplemente telas (toiles), por ello la bâche de las diligencias era realmente el nombre de la cobertura, que se extendió a la zona de carga cubierta, mientras que en España creamos el nuevo término –lona– con un significado preciso en automoción para la tela fuerte e impermeable que cubre una carga o, más recientemente, cierra los laterales de una carrocería de camión facilitando la carga y descarga lateral.
Gracias a nuestra lona los equipajes y las mercancías no se cubren con una tela cualquiera.
(Manuel Lage, presidente de la Comisión Técnica ‘Observatorio de Términos de Automoción’ de ASEPA)