Investigadores australianos han desarrollado un sistema que supera al GPS convencional que usamos para la navegación y que es completamente independiente de los satélites. ¿Es la nueva gran revolución? Jordi Moral en autopista.es.
Atrás, muy atrás quedaron los tiempos en los que teníamos que parar los coches, sacar de la guantera los mapas y ponerlos sobre el capó para tratar de descifrar la ruta por la que viajábamos. Los más jóvenes seguro que no sabrán ni de qué estamos hablando. Pero no hace tantos años de eso y la navegación vía GPS, con la telefonía móvil y los sistemas de información y entretenimiento del coche, llegaron para facilitarnos enormemente la vida y hacer mucho más rápidos los desplazamientos.
Hoy en día, eso sí, la navegación depende casi por completo de sistemas de satélite como GPS o Galileo. Ya sea en un automóvil, en un avión o mientras caminas buscando un restaurante en cualquier ciudad, la determinación de la ubicación generalmente se realiza mediante señales enviadas desde satélites a la Tierra.
Los sistemas GPS funcionan muy bien, pero tienen también debilidades
Como, por ejemplo, en caso de perturbaciones provocadas por tormentas solares, en cañones urbanos o en caso de maniobras de interferencia selectivas. Además, la dependencia de infraestructuras externas sigue siendo un riesgo estratégico.
Ahora, sin embargo, investigadores australianos de la empresa Q-CTRL han desarrollado una posible alternativa que puede llegar a ser viable. Con Ironstone Opal, este equipo de expertos han desarrollado un sistema de navegación que funciona completamente sin satélites. En lugar de señales de radio, Ironstone Opal se basa en los llamados magnetómetros cuánticos. Estos miden anomalías magnéticas en la Tierra y las pruebas iniciales muestran una precisión de posicionamiento que supera la tecnología GPS convencional hasta 50 veces.
Campos magnéticos en lugar de señales de radio
Los magnetómetros cuánticos de alta sensibilidad miden y registran cambios sutiles en el campo magnético natural de la Tierra. Estos datos de medición se comparan con mapas precisos del campo magnético y la inteligencia artificial, basada en nuevos softwares, procesa la información y compensa automáticamente las perturbaciones o desviaciones de la medición.
El sistema es independiente de señales externas y, por lo tanto, resistente a factores de interferencia típicos como influencias atmosféricas o ataques de piratas informáticos. Los magnetómetros registran continuamente el campo magnético local lo que, combinado con algoritmos de reducción de ruido y correspondencia automática de mapas, crea un sistema de navegación que proporciona datos de ubicación precisos en centros de ciudades, túneles u otros entornos protegidos. Debido a que el sistema no emite señales activas, el ópalo de hierro es más difícil de localizar.
La alta precisión de este nuevo sistema ha sido confirmada ya también en pruebas con drones, aviones comerciales y vehículos terrestres. El sistema demostró funcionar de manera fiable y precisa, especialmente en áreas donde los sistemas satelitales alcanzan hoy todavía sus límites. La combinación de una tecnología de medición robusta y una evaluación inteligente ha permitido de momento mantener una navegación estable incluso en presencia de campos de interferencia magnética.
Límites actuales de esta nueva tecnología
A pesar de todos los avances demostrados, el ópalo de hierro actualmente se enfrenta también eso sí a limitaciones naturales. Los mapas de campos magnéticos de alta resolución ahora mismo sólo están disponibles para ciertas regiones. En áreas menos mapeadas, la precisión disminuye. Además, el campo magnético de la Tierra es dinámico y puede cambiar debido a eventos naturales como tormentas geomagnéticas, lo que requiere una actualización constante de los datos. La producción y calibración de magnetómetros cuánticos también es compleja y costosa. Todavía se están desarrollando sensores más pequeños y robustos para el mercado masivo. Mientras persistan estos desafíos, Ironstone Opal se utilizará principalmente en aplicaciones especializadas o en áreas críticas para la seguridad. Pero desde luego no hay duda que puede marcar un nuevo camino para la navegación mundial.