¿Son más fiables los coches eléctricos o los térmicos? Es la pregunta del millón, y por eso los estudios sobre esta cuestión se suceden. El último es el que ha publicado el ADAC alemán, y los resultados te pueden sorprender. Teresa de Haro en autopista.es.
La fiabilidad ha sido y es un factor determinante para el usuario final a la hora de elegir coche. Además, con la consolidación de los coches eléctricos en el mercado, los estudios comparativos entre vehículos de gasolina, diésel, híbridos y eléctricos están ya a la orden del día. Uno de los más relevantes es el que ha publicado recientemente el ADAC (Allgemeiner Deutscher Automobil-Club), el mayor club automovilístico de Europa.
En su informe anual de fiabilidad de 2024, el ADAC ha analizado los datos de más de 3,6 millones de intervenciones en carretera para evaluar la tasa de averías entre un total de 159 modelos de 20 fabricantes distintos. Por primera vez, y gracias al volumen creciente de vehículos eléctricos asistidos —más de 43.000 unidades—, ha sido posible realizar una comparación directa entre eléctricos y vehículos con motor térmico (gasolina, diésel e híbridos).
Menor índice de averías en eléctricos
Los resultados son claros. En aquellos vehículos con cuatro años de antigüedad, los modelos de combustión presentan una media de 12,9 averías por cada 1.000 vehículos, frente a solo 8,5 averías en los eléctricos. La diferencia se amplía todavía más al analizar el grupo de vehículos con entre dos y cuatro años: los térmicos reportan 9,4 incidencias por cada 1.000 unidades, mientras que los eléctricos apenas alcanzan las 3,8.
Estos datos sitúan al coche eléctrico como la opción más fiable del momento en términos de incidencias registradas en carretera, al menos dentro de los primeros años de vida útil.
Estas son las razones por la que los coches eléctricos fallan menos
El estudio atribuye esta diferencia de fiabilidad a una causa técnica evidente: la simplicidad mecánica de los vehículos eléctricos. A diferencia de los motores térmicos, que incluyen cientos de componentes móviles —como pistones, válvulas, sistemas de distribución y escape—, los motores eléctricos están formados por muchas menos piezas, siendo el rotor prácticamente el único elemento en movimiento.
Además, los eléctricos carecen de sistemas de lubricación convencionales y generan menor calor residual, reduciendo significativamente el desgaste mecánico y el riesgo de fallos térmicos o hidráulicos, comunes en vehículos con motor de combustión.
La batería de 12V, el punto débil
Sin embargo, tanto coches eléctricos como térmicos tienen su talón de Aquiles: la batería auxiliar de 12 voltios. Este componente, que alimenta los sistemas eléctricos básicos, es responsable del mayor número de asistencias registradas por el ADAC.
En cifras, el 44,9% de todas las incidencias están relacionadas con fallos en esta batería auxiliar, cifra que asciende hasta el 50% en el caso de los vehículos eléctricos. A pesar de su avanzada tecnología principal, estos modelos siguen dependiendo de un sistema eléctrico de baja tensión convencional para funciones esenciales como el desbloqueo de puertas, el arranque o el accionamiento del freno de estacionamiento.
El informe que desmonta mitos de los coches eléctricos
En definitiva, el informe del ADAC aporta datos concretos que desmontan algunos de los mitos sobre la supuesta fragilidad de los vehículos eléctricos. Si bien factores como la autonomía, la infraestructura de recarga o la degradación de las baterías siguen siendo objeto de debate, la fiabilidad mecánica ya tiene una respuesta estadística.
En un entorno donde el mantenimiento y la duración mecánica son decisivos para el consumidor, los eléctricos no solo igualan a los térmicos, sino que los superan claramente en los primeros años de uso. Una ventaja más que podría acelerar la transición hacia una movilidad más limpia… y más fiable.